martes, 23 de marzo de 2021

Congelamos esperma de cañabota, un tiburón de profundidad, por primera vez

 

La semana pasada la tripulación del barco pesquero El Paraíso, del puerto de Castellón, capturó accidentalmente un ejemplar de cañabota (Hexanchus griseus), una especie de tiburón con un área de distribución que incluye el Mediterráneo y que suele vivir a profundidades de hasta 2.500 m, aunque puede pasar tiempo a profundidades menores.


El animal fue recogido por la Red de Varamientos de la Comunitat Valenciana y trasladado al Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBIBE), para realizar una necropsia en el marco del proyecto ECEME. El animal era un macho adulto de unos 65 kg y 250 cm de longitud. Su estado general era bueno y en su tubo digestivo se encontró una cría de delfín, lo que se explica por la alimentación carroñera de la cañabota.

Pablo García Salinas, del Grupo de Acuicultura y Biodiversidad de la UPV, participó en la necropsia junto a personal de la Unidad de Zoología Marina de la UV y la Asociación LAMNA, y pudo obtener una muestra de esperma del animal. La muestra obtenida fue de 30 ml (!) de un esperma muy denso.


Una vez en la UPV se aplicó el protocolo de criopreservación que hemos desarrollado con esperma de otras especies de elasmobranquios como la pintarroja (Scyliorhinus canicula) o la raya pintada (Raja montagui). Es la primera vez que se logra recuperar esperma viable de esta especie y congelarlo para su almacenamiento, obteniendo espermatozoides móviles tras la descongelación. De hecho, los resultados fueron muy buenos, y los porcentajes de espermatozoides vivos (en verde en la foto) y de espermatozoides móviles tras la congelación fueron >70%. Estos resultados, junto con los obtenidos previamente con otras especies, apoyan la aplicabilidad de nuestro método en un gran número de especies de elasmobranquios.

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