Los experimentos de fertilización
in vitro han permitido comprobar que el esperma criopreservado del pez
globo conserva su capacidad de fertilización, y se han podido obtener las
primeras “criolarvas” de esta especie. Por otra parte, dado que el proceso de
criopreservación afecta negativamente a los parámetros cinéticos (movilidad y
velocidad) del esperma, el ratio huevo:esperma necesario para alcanzar tasas elevadas
de fertilización y eclosión es más alto cuando se usa esperma criopreservado
que cuando se utiliza esperma fresco, por lo que es necesario ajustar estos
parámetros a la hora de llevar a cabo ensayos de fertilización in vitro.
Para ello, capturamos una hembra madura y varios machos en la playa de
Arai, junto a la MMBS. De los machos extrajimos el esperma y evaluamos su
calidad mediante un sistema CASA-Mot para elegir las 3 mejores muestras.
Ese
esperma se utilizó en fresco, o bien se congeló y descongeló, para hacer la
fertilización de los huevos de las hembras. Y el esperma, fresco o
descongelado, se utilizó en diferentes concentraciones con respecto al número
de huevos.
Después de 8 días, en los que se renueva periódicamente el
agua de las placas Petri donde se incuban los huevos fertilizados, empieza la
eclosión de los huevos y las larvas, que ya presentan unos grandes ojos y cierta
pigmentación.
A lo largo del proceso hemos ido haciendo fotografías que nos
permitirán determinar las tasas de fertilización, desarrollo embrionario y
eclosión obtenidas con cada esperma, con el objetivo de determinar el efecto de
la criopreservación en el desarrollo embrionario de esta especie.
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