Pues,
entre otras cosas, en eso estamos durante nuestra estancia en Portugal. Hemos
tratado de congelar esperma de pez cebra mediante masaje abdominal y congelarlo
inmediatamente, usando diferentes crioprotectores como parte del medio de
congelación.
La
selección de los ejemplares y el control de la anestesia ha sido cosa de Gil
(en la foto), el técnico del Grupo de EDGE (Grupo
de Biología Molecular de Organismos Marinhos) encargado del mantenimiento
de los cebra.
Una
vez anestesiados los peces, extrayendo el esperma hemos estado Paulo Gavaia y
yo mismo. Como veis en las fotos, Paulo hacía el masaje abdominal utilizando una
pinza ancha (y mucho mimo) mientras yo trataba de obtener la muestra de
esperma. La cosa no es fácil porque lo normal ha sido obtener entre 1 y 3
microlitros de los macho fluyentes. Para ello, nos hemos planteado el uso de
varias herramientas (micropipetas, jeringas y similares), pero de momento la
mejor opción nos ha parecido usar estos capilares conectados a un tubo de
succión. Una herramienta de 1977!!, como veis en la tapa.
Marta
F. Riesco ha estado diluyendo las muestras en los distintos medios de
congelación y congelándolas en hielo seco antes de transferirlas a los
depósitos de nitrógeno líquido para su almacenamiento.
Y finalmente Elsa Cabrita y Luz Pérez han utilizado el volumen restante de las muestras para evaluar su movilidad antes de la congelación utilizando un software CASA.
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