El jueves 19 de julio, y como
parte de las actividades de las IV Jornadas Ibéricas de Ictiología, hicimos una
visita al lago de Banyoles. Se trata de un lago de aguas oligo-mesotróficas (de
baja productividad), de origen kárstico, con hasta 45 metros de profundidad y
que recibe el agua a través de aportes por el fondo del lago.
En él se lleva a cabo un proyecto
Life de 4 años que pretende recuperar poblaciones de especies autóctonas
mediante el control de especies exóticas. Inicialmente contaba con poblaciones
de media docena de especies autóctonas: anguila, tenca (autóctona?), barbo de
montaña, bagra (Squalius laietanus),
espinoso y pez fraile (Salaria
fluviatilis), pero el lago sufrió la introducción de al menos 13 especies
exóticas: en 1910 hubo una introducción documentada incluso fotográficamente de
algunas de ellas, en 1960 el ICONA (!) introdujo el lucio y en los años 70 y 80
se han introducido ilegalmente algunas especies por su interés en la pesca
deportiva.
Estas introducciones han supuesto
la reducción (incluso desaparición en algún caso) de las poblaciones de peces
autóctonos, de anfibios, aves acuáticas, rata de gua, etc. Asimismo, en el lago
hay presentes 4 especies de náyades (moluscos bivalvos) pero sus poblaciones
van envejeciendo sin que las especies exóticas permitan que haya reclutamiento
de juveniles, bien predando sobre los juveniles o eliminando a las especies de
peces que sirven de vector durante la reproducción de las náyades (que
necesitan pasar parte de su ciclo vital fijadas a las branquias de determinadas
especies de peces).
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